A veces pensamos en los eventos grandes que pasan en la vida; cosas como un partido grande, una graduación, o algún otro acontecimiento. Pero, muchas veces nosotros nos olvidamos de las cosas sencillas que nos llevan a la felicidad. Es muy fácil pensar que vamos a estar feliz cuando tengamos aquél carro o aquél trabajo, o cuando estemos jugando aquél videojuego, o cuando tengamos cierta cantidad de dinero, o lo que sea. Pero a mí, me he dado cuenta de que la verdadera felicidad viene durante la vida normal, como resultado de las decisiones básicas que tomamos.
Alma, un profeta del Libro de Mormón, dijo que "por medio de cosas pequeñas y sencillas se realizan grandes cosas" (Alma 37:6). Yo testifico de la verdad de eso. La posibilidad de llegar otra vez a la presencia de Dios verdaderamente es una cosa grande. Pero, por medio de cosas pequeñas, esa meta se puede realizar. Las más básicas de esas cosas incluyen el estudio diario de las escrituras, la oración diaria, y tambien la asistencia regular a la iglesia. Esas cosas nos dan fuerza espiritual, y son sumamente importantes en nuestro progreso espiritual, y aún en nuestra salvación.
Ahora, la elección nos queda a nosotros. Podemos escoger seguir las invitaciones del Señor, y hacer lo que quiere, o podemos escoger no hacerlas. Yo sé que la felicidad viene al tomar decisiones buenas todos los días. A veces parecen como cosas que no importan, pero yo sé que las cosas básicas de la vida se convierten en pasitos que, con tiempo, nos van a llevar hacia la felicidad, y últimamente el Cielo.
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